lunes, 20 de noviembre de 2017

Blade Runner 2049. Temas para el siglo XXI


Blade Runner (1982), dirigida por Ridley Scott.

En este otoño se ha estrenado la película Blade Runner 2049, una historia distópica sobre el futuro que es una continuación del filme dirigido por Ridley Scott en 1982, con el título de Blade Runner. La temática principal se apoya en parte en la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968). La película de Ridley Scott es hoy un clásico indiscutible del género de ciencia ficción. La trama transcurre en la ciudad de Los Ángeles (en la novela de Philip K. Dick era San Francisco) en el año 2019 y en ella se plantean cuestiones como las consecuencias del deterioro climático, la ingeniería genética, la inteligencia artificial y la convivencia de robots inteligentes, llamados replicantes, con los humanos. Estos humanoides, tipo Nexus, son declarados ilegales en el planeta Tierra tras un motín ocurrido en un planeta exterior, donde trabajan como esclavos. Un cuerpo especial de la policía, Blade Runners, se encarga de identificar, rastrear y «retirar», a los replicantes fugitivos que se encuentran en la Tierra. Estas máquinas inteligentes de aspecto humano parecen poner en riesgo a los habitantes de la Tierra al ser más fuertes, más ágiles y quizás más inteligentes, al haber desarrollado una capacidad emocional «humana». De hecho, el policía Rick Deckard (Harrison Ford) se enamora de Rachel (Sean Young), una replicante Nexus y al final de la película huyen juntos.

Blade Runner 2049 continúa la historia tras un salto temporal de treinta años. Ha sido dirigida por Denis Villeneuve, actuando Ridley Scott como productor ejecutivo. Vemos que respecto al filme precedente, el planeta Tierra aparece más devastado como consecuencia del calentamiento global. La lluvia que en la primera película no cesaba de caer, en una ciudad de Los Ángeles apocalíptica; en la nueva entrega ha dado paso al desierto, al polvo y la oscuridad. En esta nueva entrega se busca a Rick Deckard, tres décadas después, para saber qué ocurrió después de su huida. El original y su reciente secuela plantean de manera sugerente diferentes temas trascendentes: la relación entre el hombre y las máquinas inteligentes, el desasosiego humano que genera la inevitabilidad de la muerte, la relación entre el creador y sus criaturas (las máquinas) o la ya mencionada deriva ecológica. Se trata sin duda de temas y preocupaciones fundamentales para el siglo XXI.

Blade Runner 2049 (2017), dirigida por Denis Villeneuve.

sábado, 29 de julio de 2017

Robótica y Ciencias Humanas


PARO, es un robot inteligente desarrollado por AIST. Sirve de apoyo a terapias con pacientes en hospitales y geriátricos.

La presencia de la robótica en muchas facetas de la actividad humana es hoy una realidad, cada  vez más visible. Vinculada a los desarrollos de la inteligencia artificial, la robótica es una rama de la ingeniería y de las ciencias de la computación que se ocupa del diseño, construcción, desarrollo y aplicación de los robots en diferentes campos. La robótica combina diversas disciplinas como la mecánica, la electrónica, la informática, la ingeniería de control o la física. Otras áreas importantes en robótica son las matemáticas, la animatrónica y las máquinas de estados.

El término robot se popularizó con el éxito de la obra 'Robots Universales Rossum' escrita por el checo Karel Čapek en 1920. En la traducción al inglés de dicha obra, la palabra checa robota, que significa trabajos forzados o trabajador, fue traducida al inglés como robot (Wikipedia). El término robótica fue acuñado por el escritor de ciencia-ficción Isaac Asimov.

Las empresas que dedican sus esfuerzos a desarrollar este campo, habitualmente buscan profesionales provenientes de los campos de la ingeniería, las matemáticas y la tecnología. Sin embargo, recientemente, se ha empezado a considerar la conveniencia de incorporar a personas con formación humanística a los proyectos vinculados a la robótica. Esto supone poner en valor la importancia de aspectos como las habilidades comunicativas, la creatividad, la toma de decisiones o los comportamientos éticos. Esta realidad permite identificar nuevos nichos profesionales, en los que la formación interdisciplinar, que combine las facetas tecnológicas y las humanísticas resulta cada vez más necesaria.

Un ejemplo, a nivel local de esta vinculación es la empresa Macco Robotics, creada en Sevilla, que desarrolla proyectos de robótica para diferentes ámbitos como la sanidad, la banca, la hostelería o el mundo artístico. Esta empresa ha firmado un convenio con la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla, para afrontar cuestiones como el rechazo de los humanoides en el campo de la medicina infantil. La aplicación de técnicas destinadas a mejorar la empatía de los robots con los pacientes ha permitido encontrar soluciones a este tipo de problemáticas.

miércoles, 12 de abril de 2017

Tecnología y sentido del humor




Leo en el periódico La Vanguardia, un llamativo artículo titulado 'Los algoritmos del humor', en el que se cuestiona la capacidad de las computadoras para resolver algunos aspectos relacionados con la emulación de la actividad humana. En un contexto global en el que aparentemente los robots pueden llegar a sustituir a las personas, parece que no es así en algunas facetas del comportamiento humano, en concreto en su capacidad humorística. 

Los programas basados en desarrollos de la inteligencia artificial son muy eficaces  a la hora de encontrar patrones cuando hay un número significativo de datos disponibles. Pero con el humor, nunca hay suficiente información sobre la misma categoría que se ajuste a un patrón, señala en el artículo citado la doctora Julia Taylor Rayz, profesora de la Universidad de Purdue. Esta investigadora afirma que “sí, hay patrones claros en el humor, pero el tamaño de la muestra disponible solo es suficiente para un análisis de la estructura, no para lo que da sustancia a las bromas. Con los juegos de palabras, por lo general, tienes que acceder a muchos conocimientos adicionales para entenderlos. En este caso una computadora se pierde irremediablemente”.

En definitiva hablamos de la incapacidad de las máquinas inteligentes para tener sentido del humor. Pero, ¿qué entendemos por humor? Para Woody Allen, “El humor es algo complicadísimo y resulta difícil llegar a verdades generalizadas al respecto. Creo que en la comedia, al igual que en una partida de ajedrez o un partido de béisbol, entran en juego mil y un elementos psicológicos, y desconocidos. Es más profundo de lo que uno cree”. Desde el campo de la psicología social, se plantea que el humor y la risa representan comportamientos universales de la experiencia humana. Se dan en todas las culturas, y prácticamente en todos los individuos de cualquier parte del mundo. La risa es una pauta distintiva, que resulta inconfundible. Los sonidos de la risa son indistinguibles de una cultura a otra. Sin duda es un componente básico de la socialización.

Groucho Marx dejó escrito que "el humor es posiblemente una palabra; la uso constantemente. Estoy loco por ella y algún día averiguaré su significado." Y también en algún momento afirmó: "No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos."